Cada vez hay más información y conciencia sobre la importancia de recibir una educación financiera que permita tomar mejores decisiones a largo plazo. ¿Cómo puedo proteger a mi familia en caso de fallecimiento, enfermedad o invalidez? ¿Qué opciones tengo si deseo ahorrar para mi vejez o para alguna meta en concreto? Dadas las condiciones económicas y sociales en que nos encontramos, las personas tienen menor acceso a prestaciones en comparación con sus antecesores, por lo que la prevención, como contratar un seguro de vida, es la mejor forma de estar tranquilos y ser responsables con nuestro futuro.
Según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), alrededor de 11.3 millones de personas cuentan con un seguro de vida, sin contemplar a quienes están protegidos por prestación laboral. Adicionalmente, únicamente el 21% de los mexicanos tiene acceso a un seguro privado, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, mientras que las personas que adquieren un seguro de vida principalmente se encuentran entre los 40 y 50 años de edad.
A pesar de ello, desde el 2022, los seguros con componente de ahorro han registrado un crecimiento, según la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), siendo, junto con los seguros con inversión, la segunda cobertura más contratada. Nada más y nada menos, en total se pagan 473 millones de pesos cada día por seguros de vida, según la AMIS.
¿Qué es un seguro de vida?
Se trata de un contrato mediante el cual la aseguradora otorga la suma estipulada en la póliza en caso de fallecimiento, invalidez o supervivencia del asegurado. Para ello, la persona se compromete a pagar una prima, monto establecido en el contrato. Generalmente, se piensa que en un seguro de vida el dinero exclusivamente se destinará a los familiares en caso de que la persona fallezca. Sin embargo, este tipo de seguro también puede contratarse para que el asegurado reciba la suma en vida, fungiendo como una forma de protección financiera. Asimismo, hay opciones que incluyen ahorro o inversión, así como puede configurarse para que aplique en caso de enfermedad, accidente o invalidez que te impidan seguir laborando.
Sin duda, estos seguros son de gran ayuda en caso de situaciones extraordinarias como lo fue la contingencia por Covid-19. Según Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), las aseguradoras pagaron más de 3 mil millones de dólares por seguros de vida y gastos médicos en México por la pandemia, siendo el siniestro más costoso de la historia para la industria de seguros. Sin embargo, fue una invaluable ayuda para las personas que lo utilizaron. Entre las principales causas de fallecimiento también se encuentran los problemas circulatorios, así como los tumores de mama, del aparato respiratorio, hígado, estómago, próstata, útero y leucemia. En cuanto a invalidez, la principal causa está relacionada con el sistema osteomuscular y el tejido conjunto.
Tipos de seguros de vida
Existen diversos tipos de seguros de vida. Entre los tradicionales se encuentran los seguros temporales, los cuales son los más accesibles, contemplan una suma considerable y la aseguradora paga únicamente si la persona fallece en el plazo estipulado (1, 5 o 10 años). Por ejemplo, es una buena opción si el contratante desea protegerse exclusivamente en lo que sus hijos cumplen cierta edad.
Los seguros que aplican para toda la vida son los denominados vitalicios u ordinarios, cuyo requisito es continuar pagando o, en el caso de la modalidad de pagos limitados, se establece pagar solo por un periodo de tiempo (5, 10 o 20 años). Adicionalmente, existe un tipo de seguro en el que se entrega la suma tanto si la persona fallece, como si finaliza el plazo contratado, lo que ocurra primero. A este plan se le conoce como seguro de vida dotal. Por si fuera poco, además de las modalidades con ahorro o inversión, también existe el seguro de vida hipotecario, el cual está diseñado para evitar heredar deudas de hipoteca en caso de fallecimiento, gracias a que este plan se encarga de liquidar la deuda. Nada mal, ¿cierto?
Cabe señalar que hay seguros cuyas coberturas, incluyendo las opcionales, pueden abarcar: entrega de anticipo a beneficiarios para cubrir gastos funerarios; asistencia funeraria; anticipo en caso de una enfermedad terminal; entrega de suma asegurada por muerte accidental, adicional a la del fallecimiento; y costos de repatriación (ideal para viajeros).
Recuerda que eres tú quien decide en qué situaciones deseas protección, si únicamente por fallecimiento o también por invalidez, enfermedad o si deseas ser acreedor a la suma una vez finalizando el plazo. Asimismo, tú establecerás la suma asegurada, es decir, el monto a recibir. Sin embargo, debes contemplar que, entre mayor sea la suma, el costo de la prima también será mayor.
Finalmente, ¿qué es un microseguro? Se trata de una modalidad más sencilla, clara y accesible que hace uso de canales de distribución con bajos costos de transacción, permitiendo que más personas puedan protegerse. El pago también se realiza de manera más simple y con menos requisitos.
Factores a considerar en un seguro de vida
– La constancia en los pagos es un elemento clave para evitar su cancelación, perder derecho a la suma o ser acreedor a solo un porcentaje. Por ello, contempla cuál es la mejor opción para ti considerando que el compromiso es a mediano y largo plazo.
– En caso de ser beneficiario de un seguro de vida, debes reclamar la indemnización con la aseguradora, por lo general, en un plazo máximo de cinco años. Si requieres corroborar que has sido beneficiario, puedes acudir a las oficinas centrales de la CONDUSEF, a las Unidades de Atención a Usuarios o contactar vía correo electrónico para presentar una solicitud de búsqueda de beneficiarios de seguros de vida. Para evitar estar en esta situación, es importante que tu beneficiario esté informado sobre la contratación de este seguro, así como tenga acceso a la póliza.
– Si estás interesado en contratar un seguro, te recomendamos preguntar por todas las opciones disponibles, tener claro tu presupuesto, verificar tus datos, declarar cualquier padecimiento médico y las fechas de pago acordadas. Generalmente, la edad mínima es de 18 años y la máxima en 74 años, dependiendo la aseguradora.
Como verás, ahora más que nunca es el mejor momento de contratar un seguro de vida que se adapte a tu presupuesto y que te dé una invaluable tranquilidad y certidumbre con respecto a tu futuro y el de tu familia.
¿Quieres saber más sobre cómo proteger a tu familia y asegurar su futuro? Contáctanos al 55 5681 7171 o escríbenos al correo electrónico: seguros@prevex.com.mx. ¡Estaremos encantados de ayudarte!
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