Seguramente, has escuchado y leído distintas versiones, testimonios, e incluso estudios, con respecto a la eficacia de la homeopatía para tratar y/o curar enfermedades. Sin embargo, más allá de buscar una verdad absoluta, la realidad es que un gran número de personas la prefieren por el simple hecho de ser menos invasiva que la medicina alópata tradicional. Si bien hoy en día muchos pacientes buscan opciones más naturales y menos agresivas, la homeopatía dista mucho de ser una corriente nueva que está de moda: prueba de ello es que cuenta con más de 200 años de antigüedad.
Actualmente, la medicina alternativa ha cobrado mayor relevancia y popularidad al abordar, en muchos casos, una visión más holística de las enfermedades, en las que no solo es importante tratar el síntoma o el cuerpo físico, sino el origen emocional de una patología. Aunque esto pudiera tener poco sustento científico para algunos, muchos pacientes prefieren tratarse, o simplemente probar, con opciones que ayuden al cuerpo a sanarse a sí mismo. Una de estas opciones es la homeopatía.
¿Qué es la homeopatía?
Aunque comúnmente la identificamos como una terapia que se basa en sustancias basadas en plantas, animales y minerales en pequeñas concentraciones que se disuelven en agua, alcohol y lactosa, en realidad es mucho más que eso: es un modelo médico clínico que busca fortalecer al cuerpo para que pueda sanarse a sí mismo. Con información de la Secretaría de Salud, en México, la homeopatía se ha practicado desde 1850, y desde entonces, ha tenido una larga historia de consolidación en nuestro país.
Por ejemplo, en 1893, se fundó el Hospital Homeopático; en 1895, la Escuela de Medicina Homeopática; en 1896, fue incorporada oficialmente al sistema de salud y, en 1936, se creó el Instituto Politécnico Nacional, incorporándose la Escuela Nacional de Medicina Homeopática como escuela fundadora. Finalmente, una fecha importante fue en 1997, cuando la Ley General de Salud reconoció a los medicamentos homeopáticos y herbolarios.
¿Qué la hace diferente? Además de lo anteriormente mencionado, sus concentraciones no son tóxicas, equilibra el metabolismo, puede personalizarse dependiendo de las necesidades físicas y emocionales de cada persona, y suele ser inofensiva. Evidentemente, estos tratamientos también van de la mano con una alimentación balanceada, la realización de actividad física y, sobre todo, un estilo de vida que, además de disminuir el estrés, contribuya a la sanación de la enfermedad.
Homeopatía en un seguro de gastos médicos mayores
Como estos medicamentos tienen una larga historia y su uso es mucho mayor del que podríamos imaginar, según cifras de la Amis, el 67% de las aseguradoras que ofrecen seguros de gastos médicos cubren los tratamientos homeopáticos sin costo adicional. Asimismo, el 78% contempla tratamientos quiroprácticos y el 44% tratamientos de acupuntura.
Al igual que sucede con otros tipos de seguros, es necesario conocer la cobertura, las condiciones y exclusiones que pueden hacer toda la diferencia al momento de decidirte por una u otra compañía. Por ejemplo, hay aseguradoras en las que, si bien sí se cubren tratamientos homeopáticos, de acupuntura y quiroprácticos, solo son considerados si provienen de médicos con cédula profesional.
Otras aseguradoras que también cubren estos tratamientos, provenientes de médicos legalmente autorizados, tienen la condición adicional de que la persona asegurada no esté recibiendo de manera conjunta un tratamiento alópata, es decir, de medicina convencional.
De la misma manera, algunas compañías sí incluyen tratamientos y consultas de homeopatía y acupuntura, siempre y cuando sea de padecimientos cubiertos, por lo que es necesario tener claridad de las exclusiones. Finalmente, por supuesto, siguen habiendo aseguradoras que, como parte de sus exclusiones, no cubren homeopatía.
¿Por qué es importante considerarlo?
Más allá de las cifras y/o estudios a favor o en contra, cuando se trata de una enfermedad crónica, lo que el paciente busca son opciones de tratamiento. Ya sea que desee complementar su tratamiento convencional o realmente esté interesado en probar exclusivamente con este tipo de medicina, los tratamientos suelen ser largos y, por lo mismo, significar una inversión importante.
Independientemente de la medicina de tu elección, te sugerimos que cualquier tratamiento que inicies esté respaldado por un médico especializado que revise tu caso y considere tus características específicas para proporcionarte la opción más adecuada para ti y tu familia. Aunque la homeopatía sea más segura que los medicamentos tradicionales, es indispensable evitar la automedicación, recordando que esta medicina debe responder a las necesidades físicas y emocionales de cada persona.
Por último, una vez más, comprobamos cómo hay compañías que ofrecen cobertura donde en otras hay exclusiones. Por ello, el plan que funciona y recomienda tu amigo, familiar o colega, no necesariamente será la mejor opción para ti y tu familia.
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