Uno de los fundamentos esenciales de las finanzas personales consiste en tener claridad con respecto a tus ingresos, gastos y, por ende, tu presupuesto. Comúnmente, las personas reconocen que el contratar un seguro para las distintas áreas de su vida les previene de tener que desembolsar grandes cantidades de dinero en emergencias o situaciones inesperadas. Y eso, es parte de la planificación financiera.
Sin embargo, cuando toca el momento de evaluar qué plan de seguro es el más adecuado para tus necesidades, te encontrarás con conceptos que debes comprender: la prima, el deducible, el coaseguro y el copago. Conocer cómo aplican estos conceptos en tu póliza es elemental para que puedas tomar la mejor decisión con base en tu presupuesto. Por esta razón, te compartimos de qué trata cada uno de ellos.
¿Qué es una prima?
Comencemos con uno de los conceptos más conocidos y elementales al momento de adquirir un seguro: la prima. En palabras sencillas, es la cantidad de dinero que debes pagar regularmente a la compañía de seguros (puede ser mensual, bimestral, trimestral, semestral o anual) para hacer válida la cobertura de tu seguro y, además, mantener tu póliza activa. Asimismo, hay casos, como en los seguros de vida, que la prima puede ser de pago único, es decir, se realiza una sola vez.
Para establecerla, se toma en consideración diversos aspectos, desde la cobertura que se desee y la duración del contrato, hasta el riesgo del asegurado. La prima también contempla gastos de gestión, impuestos, entre otros costos. Cabe destacar que, según el seguro, la prima puede aumentar cada año, descender o mantenerse fija. Asimismo, al ser una obligación que el asegurado debe cumplir, existe un tiempo de tolerancia antes de suspender la cobertura en caso de que no se realice un pago de manera puntual.
¿Qué es un deducible?
Si tienes un seguro de auto, seguramente sabes qué es el deducible. Se trata de la cantidad que el asegurado debe cubrir antes de que la compañía de seguros pague su parte establecida. Dicho en otras palabras, es la parte que te toca pagar en el siniestro o emergencia. Por ejemplo, si la puerta de tu auto se vio afectada por un accidente, el deducible es el monto que tú pagarás por arreglar la puerta, tal como lo establece la póliza, antes de que la aseguradora pague su parte correspondiente. Si el deducible es mayor que el total a pagar del daño, el seguro no lo cubrirá.
De esta manera, si contratas una póliza con un deducible alto, la prima será menor. Por el contrario, si prefieres un deducible bajo, la prima será mayor. Las dos tienen sus beneficios, y la mejor opción dependerá tanto de la solidez económica a corto y mediano plazo del asegurado, como de su estado de salud (en caso de tratarse de un seguro médico). Por lo general, si el riesgo de la persona es alto o su estado de salud es delicado, puede resultar conveniente pagar una prima más alta con un menor deducible. Como verás, el deducible es independiente de la prima, la cual debes continuar pagando tal como se indica en el contrato.
¿Qué es un coaseguro?
Se trata del porcentaje que el asegurado debe pagar después de alcanzar el deducible. Para entenderlo mejor, veamos un ejemplo. Si tu póliza contempla un coaseguro del 15%, tú pagarás ese porcentaje de los costos médicos, y la aseguradora pagará el 85% restante. De esta manera, tanto tú como el seguro pagan su parte, cubriendo entre los dos el 100% de los costos. Sin embargo, es importante considerar que, en caso de exceder el desembolso máximo durante el año, por lo general, el plan cubrirá el 100% el resto del año, siempre y cuando sea parte de la cobertura. Por lo tanto, entre mayor sea tu porcentaje de coaseguro, mayor será el monto que tendrás que pagar.
¿Qué es un copago?
Se trata de una cantidad fija que el asegurado debe pagar al momento de recibir un servicio, generalmente de tipo médico. Por ejemplo, si requieres una consulta médica, es la cantidad establecida que te corresponde pagar por este servicio. Esta modalidad se recomienda para aquellos que deseen pagar primas más bajas y que, en caso de tratarse de un seguro de salud, no requieran atención médica constante. Si bien resulta una opción atractiva para quienes gozan de buena salud, también es cierto que la salud puede cambiar de un momento a otro.
Asimismo, es importante aclarar que cada compañía ofrece opciones diferentes de copago, incluso en algunos seguros el copago tiene un límite anual. De la misma manera, el costo suele variar de una aseguradora a otra, por lo que, en caso de estar interesado, te recomendamos preguntar a detalle cómo aplicaría en cada uno de los servicios. Finalmente, es importante destacar que no todos los planes lo utilizan.
Conclusiones
Te recomendamos que al momento de hacer tu presupuesto, no contemples únicamente el pago de la prima, sino el deducible, el coaseguro y el copago, en caso de aplicar. Asimismo, debes tener claridad de cuánto usarías el seguro al año, especialmente cuando se trata de salud. No es lo mismo estar saludable y tener visitas al médico esporádicas y de rutina, que padecer una enfermedad crónica, en cuyo caso puede valer la pena pagar una prima más alta y menos en deducible o coaseguro (aunque, como todos sabemos, las circunstancias pueden cambiar de un momento a otro).
Independientemente de las opciones disponibles, lo más importante es contar con un seguro que te acompañe y esté ahí para apoyarte en los momentos más difíciles, ¿no lo crees?
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