A medida que transcurren los años, la comunidad médica y los especialistas en salud han destacado la importancia de mantener una óptima higiene bucal y no es para menos: en México, 8 de cada 10 adultos entre 50 y 60 años tienen solo 10 de sus dientes, mientras que 9 de cada 10 mexicanos presenta caries o alguna enfermedad de las encías. En muchos países, el cuidado de los dientes suele ser poco accesible para un gran número de personas, mientras que en México, si bien los costos suelen variar dependiendo de la zona del país, apoyarse en un seguro dental es una gran opción para mantener los dientes, y por lo tanto la salud, en perfecto estado.
Según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica SIVEPAB 2015, en México 7 de cada 10 niños y adolescentes tienen caries, mientras que 4 de cada 10 mayores de edad no tienen una boca funcional que les permita comer y hablar de manera adecuada. Por su parte, el informe mundial sobre el estado de la salud bucodental de la OMS ha señalado que las enfermedades bucodentales afectan a cerca de 3,500 millones de personas en todo el mundo. Nada más y nada menos, alrededor de 2,000 millones de personas padecen caries en dientes permanentes y aproximadamente 514 millones de niños sufren de caries en los dientes de leche.
¿A qué se debe esto? La OMS atribuye este aumento de enfermedades bucodentales a la urbanización y a los cambios en las condiciones de vida, tal es el caso de la poca exposición al flúor, alimentos altos en azúcar, así como el consumo de tabaco y alcohol. Como verás, la prevención es un factor clave, además de que el tratamiento en etapas iniciales es mucho más fácil y menos doloroso de realizar, tal como sucede con un gran número de enfermedades.
Mitos y realidades sobre la salud bucal
Anteriormente, ir al dentista estaba relacionado con algún dolor en específico o simplemente arreglar los dientes por motivos estéticos. Hoy en día, sabemos que las enfermedades bucodentales están relacionadas con enfermedades respiratorias, cardiovasculares, diabetes e incluso cáncer. Asimismo, pocos saben que después de padecer alguna enfermedad respiratoria es necesario tanto cambiar de cepillo de dientes, como supervisar de cerca la salud bucal.
Además de realizar el cepillado después de cada alimento –sabiendo que es indispensable un correcto cepillado para mantener una higiene adecuada–, hay otras medidas que son fundamentales para evitar enfermedades de la boca, tal como tomar agua después de cada alimento (especialmente con comidas altas en azúcar y carbohidratos), así como reducir el consumo de productos azucarados.
¿Cuáles son los problemas dentales más comunes? Las caries, gingivitis, periodontitis, las fisuras bucofaciales, los traumatismos bucodentales, así como el edentulismo (pérdida de dientes) y el cáncer son algunas de las afecciones más frecuentes. Es importante tomar en cuenta que aunque la limpieza dental sea consistente en el día a día, e incluso se utilice hilo dental, la acumulación y el endurecimiento de la placa puede formar sarro, lo cual puede derivar en algunas de las afecciones antes mencionadas en personas con poca higiene, una alimentación precaria u otro tipo de factores de riesgo.
Plan dental, el gran aliado de tus dientes y boca
Seguramente ya lo sabes: los problemas dentales pueden tomarnos por sorpresa y, peor aún, muchos de ellos no pueden ser postergados. Por consiguiente, un seguro dental es una gran opción para reducir la carga económica que conlleva el realizar algún tratamiento. Tal como sucede con otros seguros, no todos los planes ni coberturas son iguales. Sin embargo, la mayoría tiene en común el pago de una prima y, en algunos casos, elegir un dentista que sea parte de la red establecida por la aseguradora, es decir, odontólogos con los que tenga convenio.
¿Por dónde empezar? Primeramente, debes considerar qué tipo de atención tú y tu familia podrían llegar a requerir. No es lo mismo un plan básico que contemple cuidados preventivos, que una cobertura más completa en el que requieras tratamientos y aparatos de ortodoncia, así como coronas, implantes y dentaduras postizas, por mencionar algunos.
Por esta razón, cuando analices las opciones de planes dentales disponibles, es indispensable que tengas claridad sobre qué afecciones y tratamientos no están incluidos en la póliza (como los procedimientos estéticos), el deducible, el coaseguro (el porcentaje del pago que te corresponde realizar), el monto máximo que el seguro puede cubrir, las exclusiones y limitaciones, los tiempos de espera, así como en qué situaciones compartirás los costos con la aseguradora. Por ejemplo, entre las exclusiones más frecuentes se encuentran la cobertura por medicamentos, sedantes o anestesia, complicaciones no contempladas en el plan o por negligencia del paciente, gastos hospitalarios, tratamiento de odontología preventiva, entre otros.
La buena noticia es que las visitas al dentista por rutina o prevención, así como algunos exámenes, pueden no tener costo dependiendo del plan. Estas visitas son indispensables si deseas minimizar el riesgo de padecer alguna afectación. Así, te recomendamos que en estas consultas preguntes a detalle sobre el cuidado de tus dientes y resuelvas todas tus dudas. Por ejemplo, qué tipo de cepillo es el más adecuado, cómo detectar el inicio de caries, cuánto debe durar el cepillado, entre muchas otras cosas.
Si bien adultos y niños deben tener los mismos hábitos de higiene bucal, las caries en los dientes de leche suelen avanzar más rápido que en los adultos, debido a que el esmalte es más delgado. Por si fuera poco, los niños son más susceptibles a la transmisión de bacterias del adulto, por lo que debe evitarse compartir cubiertos, bebidas y comida con ellos para minimizar el riesgo de desarrollar caries.
Por esto y más, la protección de los más pequeños de la casa también es un factor a considerar, puesto que no es lo mismo una limpieza dental preventiva o tratar una carie que está iniciando, que cuando ha afectado los nervios, con lo cual es probable que se tenga que eliminar el tejido nervioso infectado e incluso en algunos casos colocar una corona. Esto no solo eleva el costo del tratamiento considerablemente, sino que puede ser un procedimiento incómodo para el niño.
En definitiva, si deseas darle un seguimiento oportuno a la salud de tu boca y a la de toda tu familia, un plan dental es un gran aliado que no solo te ahorrará en tratamientos, sino que evitará que muchos padecimientos se desarrollen en primera instancia.
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